El hombre llamado a convertirse este lunes en el nuevo secretario general de la Organización de los Estados Americanos (OEA) —tiene el apoyo público de 23 países cuando le bastan 18— es tan veterano como poco conocido fuera del Caribe. Albert Ramchand Ramdin, el canciller de Surinam, es un diplomático de carrera de 67 años y cuya lengua materna es el holandés. Como principal credencial para sustituir al uruguayo Luis Almagro, su vasta experiencia en el organismo multilateral, del que fue número dos durante una década. La victoria de Ramdin es fruto de la hábil estrategia emprendida por los países caribeños en cuanto se abrió la carrera electoral para liderar la OEA. Los más pequeños del hemisferio apostaron por una sólida unidad para que uno de ellos alcanzara por primera vez el liderazgo de la OEA. Por el camino, lograron apoyos clave como el de Brasil y México, además de derrotar al candidato afín a Donald Trump, el canciller de Paraguay, Rubén Ramírez Lezcano, que se retiró de la contienda cinco días antes de la votación.
Albert Ramdin, un diplomático de Surinam para devolver a la OEA el consenso y la relevancia
