Sin dispositivo policial y con más reporteros que manifestantes, una quincena de judíos ultranacionalistas ha escenificado este jueves en Jerusalén, con banderas, pintadas y un brindis, el primer día en vigor de la nueva ley israelí que prohíbe funcionar a la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA, según sus siglas en inglés). Naciones Unidas, sin embargo, no tiene claro de qué manera va a materializar el Gobierno de Israel esa prohibición, y fuentes de la organización subrayan que ni siquiera han recibido una notificación expresa de cierre. La agencia, por tanto, sigue “brindando asistencia y servicios” tanto en sus clínicas y centros de salud de Cisjordania y Jerusalén Este como con sus operaciones humanitarias en Gaza, según un comunicado. “Nos comprometemos a permanecer y cumplir”, añade la nota. La UNRWA es el principal soporte de cientos de miles de palestinos y lo es especialmente en este momento, tras más de 15 meses de guerra en la Franja palestina.
La agencia de la ONU para los refugiados palestinos sigue operando pese a la ley israelí que se lo prohíbe desde este jueves
