Después de la reducción de 50 puntos base en el objetivo de la Tasa de Fondos Federales por parte del Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal, los mercados financieros globales han continuado con su tendencia alcista, acentuando la burbuja global de precios. No solo están subiendo los índices de los mercados accionarios, sino también los índices de mercados de bonos, las criptomonedas, los metales y la mayoría de las divisas en relación al dólar.
Sin embargo, en los mercados latinoamericanos, se percibe una mayor cautela, derivado de diversos factores que están influyendo negativamente en el ánimo de los inversionistas. De todas las monedas en el mundo, cuatro monedas latinoamericanas se encuentran dentro de las cinco peores en su desempeño en este año. Lo mismo podemos ver del rendimiento que han presentado los mercados accionarios latinoamericanos. Echemos un rápido vistazo por las principales economías.
En el caso de Brasil, contrario a lo que está dándose en todo el mundo, el Banco Central ha iniciado recientemente un ciclo alcista de tasas de interés ante el resurgimiento de presiones inflacionarias, llevándola al 10.75% mismo nivel que Banxico. El gobierno de Lula da Silva enfrenta un fuerte desequilibrio en las finanzas públicas, lo que por una parte está generando inflación, y por otra, esta provocando un mayor endeudamiento a la ya de por si sobreendeudada economía carioca, con lo que la recuperación del grado de inversión se ve cada vez más lejana. Para enfriar aún más la confianza de los inversionistas, la prohibición de “X” (Antes Twitter) en Brasil con la justificación de proteger a la población de la desinformación, ha logrado que diversos inversionistas reaccionen negativamente al marco institucional que presenta el País.
En Chile, quien antes presumía de ser el “baluarte” del “libre mercado” en Latinoamérica, el gobierno del presidente Gabriel Boric está imponiendo reglas de precios para pequeños generadores de electricidad que limita sus ganancias durante la próxima década. Es claro que estos cambios podrían replicarse en otras industrias, lo que deteriora la percepción del marco regulatorio y desalienta la inversión extranjera para otras industrias.
En Colombia, el Congreso esta aprobando un presupuesto abultado para el año próximo, que los inversores están analizando con lupa para evaluar las expectativas de inflación y del crecimiento. El gobierno de izquierda está infringiendo abiertamente en la autonomía del Banco Central, presionando para que se reduzcan las tasas de interés; el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, que es miembro con derecho a voto de la Junta de Gobierno del Banco Central de Colombia, ha pedido una reducción de 75 puntos básicos en la última reunión de política monetaria.
En México, este jueves se espera que el Banco de México disminuya por tercera ocasión su tasa de referencia en 25 puntos base, a pesar de que recientemente se han revisado al alza las expectativas de inflación. El peso mexicano ha pasado de ser la moneda con el mejor desempeño a ser la peor, y no nada más ha sido la reducción del spread de tasas peso vs. dólares, lo que ha incidido en una mayor volatilidad, sino también el avance del Plan C, en particular las iniciativas de cambios constitucionales al Poder Judicial y para desaparecer a algunos organismos reguladores autónomos. Ya explicamos en la colaboración anterior, que la reducción de las tasas de la FED ha revertido ligeramente la tendencia de depreciación del peso mexicano.
Varios bancos centrales están bajando sus tasas de referencia en el mundo, como el Banco Central del Euro, o el Banco Inglés. Esta semana tendremos un probable recorte de tasas de referencia por parte de los bancos centrales de Suiza y Suecia; y se anticipa que el banco australiano mantendrá sus tasas, al igual que el Banco Popular de China (2.3%). Hacia delante, se prevé que la FED baje su objetivo de la tasa de Fondos Federales entre 100 a 150 puntos base, lo que mantendrá al dólar debilitándose frente al resto del mundo. El incremento entre el spread de tasas que va a acentuarse entre México y Brasil, va a favorecer al real brasileño, y va a desincentivar invertir en pesos.
Pero en definitiva, lo más relevante para el peso mexicano será la perspectiva sobre la calificación de Riesgo Soberano, por lo que el mundo estará atento a los acontecimientos que tengamos al inicio del nuevo Gobierno, a los pronunciamientos de la Suprema Corte, y a la presentación del Programa de Gobierno y del Paquete Económico 2024 que se realizará el 15 de noviembre.