Se llama Lisa Carrington, una de esas estrellas que solo controlan los muy cafeteros del deporte. Este sábado, paseaba relajada su reinado por los senderos del canal de Vaires-sur-Marne, al este de París en dirección Disneyland, y atendía encantada todas las fotos que le reclamaban, a ser posible a cobijo del sol. Existen atletas más mediáticas, pero pocas tan exitosas como esta piragüista neozelandesa de 35 años, perteneciente al grupo maorí Te Aitanga-a-Mahaki, que en el último día de competición de su deporte se colgó su tercer oro, en K-1 500 metros, y de postre se apuntó el récord olímpico: 1m 47,36s. Ella fue la más veterana de la final y, como casi siempre, la más rápida en las aguas mansas. En la participación española, Antía Jácome acabó cuarta en la final del C-1 200.
Lisa Carrington, la reina tapada de París
