Ejército opera totalidad de aeropuertos cedidos; Marina tiene pendientes

Durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, la red aeroportuaria administrada por Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) sufrió un vuelco hacia el control militar.

Una decena de terminales aéreas fueron cedidas a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y seis más a la Marina.

Debido a dificultades administrativas, y para mantener la operación de los aeropuertos, las instituciones militares pidieron a ASA se mantuviera operando los puertos aéreos hasta que se integrara una plantilla laboral adecuada y pudieran tomar el control efectivo de los 16 terminales aéreas entregadas.

A poco más de medio año, el Ejército ya ha tomado el control operacional de los aeropuertos entregados por mandato presidencial, una situación que no se ha extendido a la Marina, refirió el director de ASA, Javier Villazón Salem en entrevista exclusiva para El Financiero.

“A estas alturas del año, la Sedena ya opera al 100 por ciento con excolaboradores de ASA”, refirió el directivo.

La Marina, por el contrario, no ha podido desplegar el control total en las terminales de Loreto, Ciudad del Carmen, Colima, Ciudad Obregón, Guaymas y Matamoros.

Debido a esa situación, tanto militares como marinos han tenido que pagarle a ASA la prestación de servicios de operación de los puertos aéreos en tanto se consolidan las estructuras laborales.

Villazón Salem detalló que los aeropuertos ya no son más de ASA, por lo que el organismo no puede gastar sus recursos en la administración de un tercero, y han tenido que recibir recursos asignados para las Fuerzas Armadas.

Uno de los principales desafíos en la asignación de aeropuertos al Ejército y a la Marina es la falta de una plantilla laboral con experiencia. De este modo, la estructura de ASA, es decir, sus trabajadores, han pasado a la nómina militar que opera los puertos aéreos.

Algunos fueron liquidados y contratados por el Ejército y la Marina. De esta manera, los empleados que operan los puertos aéreos siguen siendo, en su mayoría, los que prestaban sus servicios en ASA, pero se tuvo que realizar una complicada gestión para que fueran recontratados bajo las reglas militares.

Mota-Engil tiene el 45% del aeropuerto de Tepic

Como parte de su estrategia para consolidar los aeropuertos que aún administra, ASA se alió con la empresa Mota-Engil, una firma de origen portugués que se ha beneficiado de múltiples contratos de obra pública durante este sexenio, y le entregó el 45 por ciento de las acciones del aeropuerto de Tepic.

“En este esquema el Estado conserva la mayoría de la inversión, pero no significa que no sea atractivo para el privado, que por hacer las inversiones debe tener un beneficio”, indicó Villazón Salem.

Mota-Engil realizó una inversión en el capital del aeropuerto de Tepic, además de realizar los trabajos necesarios para ampliar la terminal de la capital de Nayarit, atractiva por sus cercanías a sitios turísticos.

Este fue uno de los primeros esquemas de participación privada para el que no se realizaron licitaciones ni se llevó a cabo el proceso de privatización a través de concesiones que ha marcado la presencia de empresas en el sector desde 1998.

“El objetivo es potenciar los aeropuertos, aprovechando las grandes oportunidades como inversionistas, ASA tiene mucha experiencia, nosotros operamos y ellos son excelentes potenciando comercialmente, se hace una combinación que es de ganar-ganar”, agregó el directivo.

Así como Mota-Engil entró como inversionista en Tepic, el aeropuerto de Puerto Escondido también recibirá inversión en capital para que el privado sea accionista del puerto aéreo, en donde ya desarrolla obras de infraestructura aeroportuaria.

Villazón Salem apuntó que si bien los trabajos se están realizando, el proceso de inversión en capital del aeropuerto ubicado en la costa oaxaqueña aún está en proceso.

ASA no debe desaparecer

El funcionario es claro: ASA no debe desaparecer, pese a que haya tenido que ceder aeropuertos. Si bien este organismo es identificado como operador de terminales, sus actividades son más amplias.

“La misión de ASA es el desarrollo y la conectividad del país. Esto es una labor que no solamente consiste en operar aeropuertos, es fundamental, seguimos diseñando y planeando nuevos aeropuertos como el de Ensenada, San Miguel de Allende, esa labor continúa en donde se necesite, tenemos la parte de combustibles, un centro de instrucción a nivel mundial”, remarcó.

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