El 26 julio de 2016 se publicó por primera vez #LaPropiaPolítica. Escribí como 12 artículos y no sabía por cuál empezar. La verdad me sorprendió volver a leer Para mi confianza porque después de una breve reflexión, viene una anécdota y cierro la reflexión. La memoria me decía que había sido más formal, pero el pdf la corrigió.
Fueron como tres días escribiendo y borrando ideas, corrigiendo y replanteando párrafos. Y es que había tantas cosas por decir y con apenas 450 palabras disponibles, era todo un reto. Todavía hay semanas en las que se atropellan las ideas.
La intención siempre ha sido denunciar y acompañarlo de una visión ideal, si no posible. Me gusta escribir sin ruta y evito el deber ser, a veces los artículos se van 800 palabras y supuestamente corrijo para hacer Parte 1 y Parte 2. La verdad muy pocas veces resulta porque a la siguiente semana ya algo nuevo tiene atrapada mi atención.
Suelo revisar los titulares de la semana para no hablar de lo que todos están hablando, o bien, presentar un enfoque diferente. Me resisto a hablar mal de alguna persona –aunque varias lo tengan ganado a pulso– prefiero analizar – para criticar y proponer – las acciones que de una institución se esperan.
Escribo mucho sobre la importancia de las políticas públicas y el fortalecimiento de las instituciones. El sistema de educación me preocupa completito, desde la educación básica hasta el apoyo a la investigación en una visión de Estado. Es un sistema secuestrado por voluntades personales, ocurrencias, compadrazgos, nepotismo y un sindicato amafiado.
Los grandes temas en los casi 300 artículos son: lecturas, ciudadanía e inclusión y de manera transversal la política local y nacional. Tenía pensando escribir hoy sobre las temperaturas de mayo que nos quemaban –en cualquier ciudad– a la frescura que trajo la canícula. De esta idea se desprendió la situación del cambio climático o las costumbres en cada región.
Los días más calurosos estuve en Ciudad de México y Puebla. Me decían que yo ni sufría sus 35° después de los 45° que había en Monterrey. Pues no, en Monterrey existe la cultura del aire acondicionado, en México no y en Puebla, ni la del ventilador. Sufrí mayo y ahora julio se despide amable y cálido.
Algo así hubiera escrito porque la representación proporcional está en todos los medios y todas las plumas. Los pronósticos variados y la mayoría catastróficos, habrá un enfoque que se acerque un poco a la realidad surrealista que caracteriza a la historia política de México.
Para la inauguración del año #8 vamos acercándola a la ética pública, la deliberación madura y la esperanza compartida.
Celebro los 2,555+ días que he dedicado a compartir una opinión que busca ser brecha para un mejor México.