2, 3, 4 y 5

Cuatro días seguidos de toros en Aguascalientes que tuve la oportunidad de disfrutar. El colofón de la Feria Nacional de San Marcos 2024, sin duda alguna la más importante de América. Este año se programaron quince corridas de toros y una novillada. Oferta abundante para los aficionados a los toros; se presentaron carteles con las principales figuras del extranjero y la más completa baraja taurina de los nuestros, aunque como siempre se nos viene uno a la mente que se quedó fuera y que bien pudo haber entrado en lugar de algún extranjero de poco caché y solo nombre.

Es curioso lo caprichoso que es el destino taurino. El hombre dispone y el toro lo descompone. La suerte es un factor fundamental en la tauromaquia, pero esta siempre debe de venir acompañada del trabajo previo tanto de toreros como de ganaderos, subalternos, periodistas, jueces y todos los que forman parte del mundo del toro, cuyo objetivo final debe ser siempre: complacer al aficionado y al público que paga un boleto.

En esta feria falló estrepitosamente el toro. Han sido realmente muy pocos astados que hayan resultado buenos y no ha habido una sola corrida que podamos considerar que haya sido buena en su conjunto.

Se juntaron las malas, es la verdad, porque el elenco ganadero fue de primera. Toros realmente completos salieron muy pocos, lo positivo es que fueron aprovechados. Si el toro se mueve y embiste de una u otra forma hay espectáculo. La ruina llega cuando el toro se para, no embiste y todo carece de emoción alguna.

En la historia de la tauromaquia ha habido toros buenos y toros malos, eso es y seguirá siendo parte de esta cultura que además le brinda el encanto de la incertidumbre de saber que cada tarde y en cada toro esto puedo cambiar. Es absurdo pensar que todo protagonista de una feria no tiene como único objetivo triunfar, sobre todo ganaderos y toreros. Los primeros invierten tiempo y mucho dinero en criar toros de lidia, es complicado conseguir formar parte de una feria como Aguascalientes, hay más de 200 ganaderías y lidiaron 15, imagínese usted. Los toreros viven para triunfar, y son tantos factores de los que esto depende que es, sin lugar a duda, la profesión más difícil del mundo y a la vez la más bonita.

De las quince corridas tuve la oportunidad de estar presente en seis y, en dos de ellas, participar en la transmisión de televisión. Sin duda, un acierto que se hayan televisado cuatro festejos de la feria. Lo que no está en la tele no existe.

En estas seis corridas me gustaron cuatro toros, uno de Los Encinos el día 27, justo de presencia, pero de buen estilo con el que Manzanares estuvo enorme. Uno de Begoña, el domingo 28, el primero con el que Arturo Saldívar estuvo muy bien y en el que desgraciadamente falló con la espada. El que considero el mejor toro de la feria fue el segundo bis de la ganadería de Pozo Hondo, lidiado el jueves 2 de mayo, que salió en sustitución al segundo de la tarde que se dañó un pitón durante su lidia. El primer reserva resultó un toro muy bueno, con clase, muy humillado y con recorrido al que Juan Pablo Sánchez le hizo una gran faena, llena de temple y calidad. Pinchó al primer viaje y al segundo dejó una entera que le valió para cortar una oreja. Ha tenido el hidrocálido una tarde rotunda, a su segundo le arrancó un apéndice en un arrimón serio de verdad, colocándose una vez más en lo alto de nuestra torería. El Payo tuvo en su segundo toro, el 4 de mayo, a un astado noble de Bernaldo de Quirós, al que le cortó dos orejas contundentes tras faena artística, de muletazos bellísimos con el sello de la casa y un estoconazo de libro.

El resto del ganado dejó mucho qué desear, algunos toros sueltos tuvieron cualidades, pero o bien se apagaron pronto o presentaron debilidad extrema.

Los toreros, dentro de las condiciones que mostraron la generalidad de los toros, estuvieron muy bien. Defendiendo su sitio o bien lucharon por escalar peldaños en el escalafón para ser tomados en cuenta.

Hay que destacar el doblete de Roca Rey cortando cinco orejas y un rabo. Muchos tocaron pelo pese a la falta de toro, algunos revitalizaron su caché, como es el caso de Juan Pablo Sánchez y El Payo, entre ellos, sin duda, estará el premio a la mejor faena de la feria.

Un año más, mejor suerte para el 25, aunque queda actividad taurina en La Monumental, que el 24 de noviembre, de este 2024, celebrará sus primeros 50 años. Buenas noticias habrá muy pronto, seguramente.

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