Mark Meadows, ex jefe de gabinete de Donald Trump, ha proclamado su inocencia en el caso de presunta injerencia electoral en el estado de Georgia. Enfrenta acusaciones específicas relacionadas con solicitar a un funcionario público que incumpliera su juramento al cargo y violación de la ley RICO, conocida por su aplicación en casos de organizaciones criminales. Esta ley busca asegurar que los líderes de una asociación criminal también rindan cuentas ante la Justicia, no solo sus subordinados.
El principal cargo que se le imputa a Meadows es la organización de una llamada que tuvo lugar el 2 de enero de 2021, durante la cual Donald Trump solicitó al secretario de Estado de Georgia, Brad Raffensperger, que «encontrara» 11,780 votos, uno más de los que había obtenido el demócrata Joe Biden en ese estado.
Meadows, según informes del diario The Washington Post, afirmó la semana pasada que gran parte de su trabajo como jefe de gabinete consistía en organizar llamadas y gestionar la agenda del entonces presidente. De esta manera, estuvo presente en numerosas reuniones y escuchó numerosas llamadas de naturaleza política, finalizándolas en el momento oportuno.
Un total de 19 acusados fueron convocados para la lectura formal de cargos y para declarar su culpabilidad o inocencia este miércoles. Sin embargo, según la CNN, 18 de ellos, incluyendo a Trump, ya se han declarado no culpables y han renunciado a esta comparecencia. Meadows y otros cinco acusados, según la misma fuente, se declararon no culpables el martes.
Mark Meadows se encuentra en libertad bajo fianza de 100,000 dólares y ha solicitado que su caso se traslade de un tribunal estatal a uno federal, aunque aún no se ha tomado una decisión al respecto.
El expresidente republicano y sus aliados enfrentan cargos por intentar revertir los resultados de las elecciones presidenciales de 2020 en Georgia, donde Joe Biden ganó por un estrecho margen del 49.5 por ciento, el más ajustado en todo el país.
La fiscal a cargo del caso, Fani Willis, ha propuesto que el juicio comience el 23 de octubre. Sin embargo, la fecha de los demás acusados aún no se ha determinado, y Trump ha solicitado que su caso se separe del resto, alegando que no tendrá tiempo suficiente para preparar su defensa si el juicio se celebra en octubre.