¿Qué es la inteligencia? El Diccionario de la lengua española ofrece varias acepciones para esta palabra que proviene del término latino intelligentia. La primera acepción dice que la inteligencia es la “capacidad de entender o comprender”, la segunda apunta a la “capacidad de resolver problemas”, la tercera la define como el “conocimiento, comprensión, acto de entender” y la quinta, nos saltamos la cuarta que tiene poco que ver con la materia que estamos tratando, se refiere a ella como la “habilidad, destreza y experiencia. Ninguno de los significados proporcionados la define en plural, como un conjunto de habilidades o atributos.
Tradicionalmente la inteligencia se ha enfocado desde este punto de vista, es decir, como una sola capacidad general. Fue así hasta que en la década de los 80 del siglo pasado, el psicólogo Howard Gardner expuso su teoría de las inteligencias múltiples según la cual existen distintos tipos de inteligencias que se manifiestan de formas diversas en los seres humanos.
En su libro Frames of Mind: The Theory of Multiple Intelligences (1983), Gardner presentó su modelo de las inteligencias múltiples y cómo estas se pueden manifestar de diferentes maneras en cada persona. La idea echaba por tierra el concepto de inteligencia como una unidad y defendía que esta se podía entender como varias habilidades relacionadas con el procesamiento de la información que funcionarían de forma paralela e independientes unas de otras. Si en esa época el cociente intelectual (CI) determinaba si alguien era inteligente o no, la teoría de Gardner venía a decir que una persona con un CI bajo podía ser inteligente en ámbitos que no se contemplaban en los tests de inteligencia.
La teoría de las inteligencias múltiples de Gardner
Cuando le preguntamos a ChatGPT por las inteligencias múltiples de Gardner, el chatbot nos enumera siete, que, según la IA, fueron las que primero propuso el psicólogo de Harvard. Luego suma dos más, posteriormente añadidas por Gardner.
Las siete iniciales a las que hace referencia la IA son estas:
Inteligencia lingüístico-verbal. Es la habilidad para utilizar el lenguaje de manera efectiva, tanto en la comprensión como en la producción oral y escrita. Las personas que presentan esta inteligencia tienen facilidad para expresar sus ideas y utilizar el lenguaje como una herramienta de comunicación.
Inteligencia lógico-matemática. Esta inteligencia implica el razonamiento lógico, la capacidad para detectar patrones, resolver problemas matemáticos y realizar cálculos. Quienes poseen este tipo de inteligencia destacan en el ámbito de la lógica y las matemáticas.
Inteligencia espacial. Este tipo de inteligencia se refiere a la capacidad para percibir y manipular el espacio, visualizar objetos y transformar la información visual en representaciones mentales. Las personas con esta inteligencia suelen tener talento para la navegación, la orientación espacial y el dibujo o la arquitectura, entre otras áreas.
Inteligencia musical. Implica la habilidad para apreciar, componer y reproducir música. Las personas con inteligencia musical son sensibles a los patrones melódicos, ritmos y tonalidades, y se les puede dar muy bien tocar instrumentos, cantar o componer.
Inteligencia corporal-cinestésica. Se refiere a la capacidad que tienen los seres humanos para controlar los movimientos del cuerpo y utilizar habilidades físicas. Incluye destrezas como la coordinación, el equilibrio, la agilidad y la expresión corporal. Los atletas, bailarines y actores suelen tener muy desarrollada esta inteligencia.
Inteligencia interpersonal. Esta inteligencia tiene que ver con la capacidad para comprender y relacionarse correctamente con otras personas. Incluye la empatía, la habilidad para interpretar las emociones y las intenciones de los demás y para establecer relaciones interpersonales exitosas.
Inteligencia intrapersonal. Hace referencia a la capacidad para conocerse a uno mismo, tener una buena autopercepción, comprender las propias emociones, motivaciones y fortalezas. Las personas con esta inteligencia suelen ser reflexivas y tener una gran autoconciencia.
Las dos inteligencias que Gardner añadió más tarde fueron la inteligencia naturalista y la existencial.
La inteligencia naturalista se refiere a la habilidad para reconocer, clasificar y comprender los elementos de la naturaleza: las plantas, los animales y los ecosistemas, entre otros. Gardner la añadió a su teoría en 1995 por considerarla esencial para la supervivencia de los seres vivos y la evolución.
La inteligencia existencial implica la capacidad para reflexionar sobre cuestiones filosóficas y existenciales, como el sentido de la vida, la finalidad, la trascendencia y la mortalidad.
Independientemente de lo que dice la IA, en el ámbito de la psicología se suele considerar que la teoría de Gardner incluye las 8 primeras inteligencias aquí citadas.