La sesión la abrió el secretario general de la ONU, António Guterres, que hizo un balance de los seis meses de guerra y de sus efectos «devastadores».
«Miles de civiles han sido asesinados y heridos, incluidos cientos de niños. Muchos otros han perdido familiares, amigos y seres queridos. El mundo ha visto graves violaciones de las leyes internacionales de derechos humanos y humanitarias cometerse sin rendición de cuentas. Millones de ucranianos han perdido sus hogares y sus posesiones, convirtiéndose en desplazados internos o refugiados», recordó.
Guterres advirtió que las necesidades humanitarias se van a multiplicar cuando se acerque el invierno y subrayó que los ucranianos necesitan «paz y la necesitan ahora», aunque dejó claro que debe ser una paz que vaya en línea con la Carta de la ONU y con la legislación internacional.